La titánica obra para recuperar la fachada de un edificio emblemático de Buenos Aires

Se trata del Otto Wullf, construido entre 1912 y 1914, junto al Palacio Barolo y la Galería Güemes son los primeros construidos en hormigón armado. Los trabajos forman parte del Plan Integral del Casco Histórico. Fotogalería y video.

 

 

La esquina de Belgrano y Perú atesora una de las joyas arquitectónicas de Buenos Aires: el edificio Otto Wulff. Construido entre 1912 y 1914, lleva el nombre del empresario alemán que por esos años tenía la explotación de quebrachales en la provincia de Chaco. Para su construcción, Wulff convocó al arquitecto danés Morten F. Rönnow, de la escuela Jugendstil, quien trabajó junto a los ingenieros holandeses Pieter Jacobus Dirks y Willem Hendrik Johannes Dates. Los materiales se trajeron de Europa.

Es uno de los primeros edificios construido en hormigón, lo que permitió alcanzar la altura de 60 metros: en esa época era uno de los más altos de la Ciudad. Sus dos bellas torres cupuladas sobresalían en el cielo porteño y en 1914 el edificio podía apreciarse desde distintos rincones de Buenos Aires. La obra es Patrimonio Arquitectónico Protegido, lo que significa que se debe resguardar el exterior y los elementos del edificio en buenas condiciones y la restauración de su fachada forma parte del Plan Integral del Casco Histórico, un proyecto que consiste en la puesta en valor del polígono integrado por Av. Hipólito Yrigoyen, Av. Juan de Garay, Tacuarí y Av. Paseo Colón.

 

Los atalantes representan a los distintos oficios que participaron en la obra.

Uno de los responsables de la obra es Juan Vacas, subsecretario de Patrimonio Urbano, quien considera al edificio como «una pieza muy central» del patrimonio porteño por su mezcla de estilos muy característica de principios del siglo XX. «Es un gran desafío porque es la primera gran restauración que tiene desde su construcción», explica. «Este y otros edificios contemporáneos, como el Barolo y la Galería Güemes, son los primeros construidos con hormigón, lo que les permitía tener estas alturas, columnas más chicas y obviamente lo más paradigmático del Wulff que son esas dos cúpulas muy esbeltas», describe. El plan se divide en tres zonas de intervención y los trabajos se realizan en diferentes etapas, entre 2020 y 2023.

Vacas enumera detalles de la obra que casi ningún otro edificio de Buenos Aires tiene: «Los atlantes, que son estas figuras masculinas que representan los gremios que construyeron el edificio, el albañil, el electricista, el carpintero. Y otros elementos muy característicos del edificio son los cóndores que están en los últimos pisos. Su restauración es todo un desafío porque son piezas muy frágiles, pero de tamaño gigante», detalla.


Juan Vacas, subsecretario de Patrimonio Urbano.

La tecnología de construcción del edificio es bastante compleja. «Su esqueleto es de hormigón armado y después tiene un simil piedra que se usaba mucho en Buenos Aires a principios del siglo XX, que imita distintos tipos de piedra: el desafío ahí consiste en poder recuperar los colores originales», detalla Vacas.

«Aquellas personas que recorren el Casco Histórico se van a encontrar con una sorpresa una vez que terminemos la restauración. Sobre todo porque se van a encontrar con un edificio de un color mucho más claro», concluye.

El Otto Wulff, visto desde el cielo de Buenos Aires.
Detalle de los trabajos

La obra en curso tiene innumerables aspectos, entre los que destacan los siguientes cinco:

  • Limpieza general de la fachada: Con una máquina de hidrolavado, se realiza el lavado del exterior del edificio. Esta máquina permite regular la presión del agua y proteger las partes fundamentales de la fachada original que están en buen estado.

  • Recorte de vegetación en la fachada: Se realiza sobre plantas crecidas en la fachada (pueden ser por humedad y presencia de agua) que producen roturas en el exterior de la misma. Este proceso se llama tratamiento de vegetación invasiva.

  • Recuperación del material original de la fachada: Se remueve la pintura que hay actualmente en el exterior para ver el estado del material original que se encuentra por debajo, que luego será repuesto de forma manual en la fachada.

  • 1450 m2 de superficie a restaurar: Se pondrán en valor 8 esculturas en la fachada (tres sobre la avenida Belgrano y cinco sobre Perú), los balcones, revoques originales a recuperar, consolidar y reponer, reemplazo y mantenimiento de placas, piezas ornamentales y pintura para carpinterías metálicas y para herrería artística.

  • Refuerzo de Iluminación 100% LED: Se instalarán nuevas luminarias led para aumentar la iluminación de la fachada y del entorno.

 


Los cóndores, figuras gigantescas y frágiles, están en los pisos superiores del edificio.
Números y curiosidades del Edificio Wulff
  • En su fachada se destacan figuras humanas de 5 metros de altura que parecen sostener, desde el segundo piso, el resto de la edificación. Esas figuras son masculinas y se llaman atlantes.

  • Las ocho figuras que rodean el edificio representan a los trabajadores que participaron en la construcción: un albañil, un carpintero, un electricista, un herrero, un pintor, un forjador, un escultor y un aparejador.

  • En su fachada se observan imágenes del primer emperador chino de la dinastía Yuan, búhos, ojos de Horus, pingüinos, cóndores, sapos, mulitas, cobras, víboras, bebés gateando, yaguaretés, abejas y panales, libélulas.

  • Entre todas esas figuras hay más de 680 ojos en toda su fachada

  • Wulff fue propietario del edificio sólo 4 años. En 1918 le vendió la propiedad a la familia Harteneck y se dedicó a viajar por el mundo.

 

 

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FUENTE: GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

 

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