Lanzamiento de la Temporada de Ballenas 2016

Lanzamiento de la Temporada de Ballenas 2016

El miércoles 27 en el Ministerio de Turismo se llevó a cabo el Lanzamiento Oficial de la Temporada de Ballenas 2016, en un acto que contó con la presencia de la Ministra de Turismo, Liliam Kechichian.

Asimismo, participó la Presidenta del INAU, Lic. Marisa Lindner, el Ing. Alfredo Blum, asesor de la DINAMA del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Javier Baez de la Dirección General de Turismo de la Intendencia de Maldonado, y el Presidente de la Organización para la Conservación de Cetáceos / OCC, Ing. Marcelo Sivak.

En sala estaba presente el Subsecretario de Turismo, Benjamín Liberoff, el Director Nacional de Turismo, Lic. Carlos Fagetti, y la encargada del área en el Ministerio, Lic. Mónica Lozano. También participaron en el Lanzamiento más de 60 de niños, niñas y adolescentes del INAU, que luego del acto oficial partieron en dos ómnibus rumbo a las costas de Maldonado para vivir una jornada de avistamiento de ballenas, junto a educadores, Guías Balleneros y la Lic. Lozano.

La actividad fue organizada en forma conjunta con la Intendencia de Maldodnado y Rocha, los Municipios de Piriápolis, Punta del Este y La Paloma, y la OCC, estando previsto para los días sucesivos, 28, 29 y 30, la realización de lanzamientos en Maldonado y Rocha.

Durante este Lanzamiento, Kechichian recordó las diferentes acciones emprendidas para la sensibilización y difusión del avistamiento de ballenas, como el Decreto  261/02 y talleres de comportamiento y buenas prácticas con los tripulantes y pasajeros sobre cómo acercarse a estos animales sin molestarlos y también protegiéndolos.

Sobre la comercialización de este producto turístico, reflexionó que “con la inauguración del Centro de Convenciones de Punta del Este, que va a generar movida justo en el momento en el que llegan los cetáceos, probablemente podamos tener un salto en el sentido de acercar más gente al avistamiento de ballenas”.

La Ministra dialogó con los niños y niñas presentes, la mayoría de los cuales no conocía Piriápolis ni Punta del Este, y deseó una buena jornada, augurando que “ojalá puedan ver algunos de los cetáceos que se acercan a las costas”.

El Ing. Blum informó que se está trabajando para llevar el Santuario de Ballenas a uno que sea regional. También se refirió a la tarea de educación y de preservación de la costa, concretamente, en la jornada de limpieza de costas, de forma de preservar el ambiente en el cual se desarrolla la ballena.

El Ing. Sivak manifestó su satisfacción al ver “que se va afianzando este producto, en el cual se han hecho las políticas acertadas”, y agregó que “sin dudas, vamos en la dirección correcta”.

La ballena franca

La observación de ballenas constituye una actividad turística que consiste en el avistamiento de cetáceos en lugares abiertos en tierra firme, torres costeras y desde embarcaciones.

El Ministerio de Turismo promueve la modalidad desde 2000 junto a la Organización para la Conservación de Cetáceos (OCC), en procura de consolidar e integrar este nuevo producto a la oferta turística.

Las ballenas francas (Eubalaena australis) arriban a las costas de Maldonado y Rocha entre julio y octubre en busca de aguas tranquilas y templadas para reproducirse, amamantar y cuidar a los ballenatos.

Los ejemplares adultos miden entre 14 y 16 metros de longitud, su peso varía entre 40 y 60 toneladas, y se desplazan a una velocidad de entre 15 y 30 kilómetros por hora. La piel de estos especímenes es lisa y elástica y de color gris oscuro, con manchas blancas en su vientre; su cabeza presenta algunas callosidades con un patrón que no varía a lo largo de su vida y que son característicos de cada ballena, lo que posibilita su identificación.

La Ruta de la Ballena Franca comprende la Antártida, incluye Puerto Madryn (Argentina) y luego de su presencia en costas uruguayas, el trayecto culmina en Florianópolis (Brasil).

Antes de arribar a nuestras costas, los mamíferos ya se alimentaron de hasta una tonelada de krill por día en aguas cercanas a la Antártida y engordan hasta un metro de grasa. “Esto ayuda a las ballenas a tener la suficiente energía como para emprender la migración sin alimentarse. Interferir en su actividad determinaría que gasten parte de la energía que acumularon”, apuntó Lozano.

A fines de la década de 1990, la población mundial de ballenas francas, estimada en 5.000 ejemplares, estuvo en peligro de extinción. Las acciones emprendidas por varios Estados para su conservación llevaron a que el número aumentara a 7.000 cetáceos. Su recuperación es lenta debido a que las hembras tienen una cría cada tres años.

Normativa vigente protege a ballenas y delfines

El Decreto 261/02 para el avistamiento de cetáceos establece que están prohibidas las actividades que impliquen disturbar, ahuyentar o molestar a los cetáceos en las áreas de desplazamiento, nado, descanso, reproducción, de cría o asentamiento.

Salvo casos expresamente autorizados, a menos de 300 metros de las ballenas no se permite nadar, bucear, circular con motos náuticas, pescar y la aproximación de embarcaciones no registradas.

El 13 de setiembre de 2013 fue promulgada la Ley 19.128 que declara al mar territorial y a la zona económica exclusiva (área que se extiende más allá del mar territorial y adyacente a este, hasta las 200 millas marinas) como “Santuario de Ballenas y Delfines”. En el artículo 2 establece que quedan prohibidas una serie de actividades ejecutadas en el mar territorial y en la zona económica exclusiva por embarcaciones de bandera nacional o extranjera.
La nómina incluye la persecución, caza, pesca, apropiación o sometimiento al proceso de transformación de cualquier especie de ballenas y delfines. Además, el transporte y desembarque de ballenas y delfines vivos, a excepción de los casos de interés científico y sanitario, declarados como tales por las autoridades nacionales competentes.

El documento también menciona la retención, agresión o la molestia intencional que conduzca a la muerte de cualquier especie de ballenas y delfines.

El avistamiento de ballenas

Recientemente, el Municipio de Punta del Este suscribió un acuerdo de cooperación binacional entre esa jurisdicción y el municipio brasileño de Imbé, en el estado de Río Grande del Sur, denominado “Ruta de la Ballena Franca” para el desarrollo del turismo responsable, la conservación del recurso y la investigación científica.

Son más de 13 millones de personas de más de 100 países del mundo, las que contratan salidas para el avistamiento de ballenas en más de 100 países, y se podría decir que hay dos perfiles de turistas claramente identificables en el avistamiento de ballenas. “El ecoturista o turista de naturaleza, es principalmente extranjero, de buen nivel económico, muy bien informado y capacitado sobre las ballenas francas, que compara la experiencia de avistaje en varios puntos de la ruta”, afirmó Lozano.

«Hay otro turista, local, que se dirige preferentemente a Piriápolis y Punta del Este en procura de divisar a estos cetáceos, aunque no maneja suficiente información específica y no tiene la paciencia necesaria que requiere esta actividad, ya que los cetáceos permanecen sumergidos por lapsos de hasta 15 minutos”, agregó.

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FUENTE: MINISTERIO DE TURISMO DEL URUGUAY

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