Moon Palace Golf & Spa Resort Cancún
Un resort all inclusive que atesora 2.400 habitaciones, 13 restaurantes, 8 piscinas, un simulador de olas artificiales, toboganes de agua y un campo de golf
A 10 minutos del aeropuerto de Cancún se encuentra este deslumbrante resort todo incluido, un hotel especialmente concebido para disfrutar unas vacaciones en familia o grupos de amigos. El hotel cuenta con 49 hectáreas y está rodeado por exuberante vegetación y variedad de fauna autóctona. Es habitual dar un paseo por los coloridos jardines del hotel y encontrar alguna iguana que reposa inmóvil bajo el sol caribeño, inclusive lejos de ser un mito, hay huéspedes que aseguran haber visto un venado alimentándose sigilosamente entre las plantas.
Sus 2.400 habitaciones se distribuyen en tres lobbys independientes a lo largo de 2,5 km lineales sobre la playa.
No alcanza una estadía de 7 noches para probar las delicias de sus 13 restaurantes: italiano, internacional, oriental, brasileño, mexicano y muchos más. Entre los top 5 se destaca «Momo», un restaurante oriental que por la noche, ofrece un divertido show cooking en vivo. También se puede degustar variedades de sushi de forma ilimitada. Sería imposible dejar el hotel sin haber probado la extensa variedad de mariscos hechos al momento por el cheff.
En Moon Palace, los niños experimentan una continua estimulación de sus sentidos. Si bien el parque acuático y los toboganes de agua son una de las principales atracciones del hotel, el gran protagonista es un simulador de olas artificiales para practicar surf. Custodiado por dos ambles y pacientes colaboradores del hotel, el flow rider garantiza diversión y deporte de forma segura para niños y sobre todo, para adolescentes.
Otro dato curioso: el kids club llamado «The Playroom» fue diseñado por niños y en él se encuentra una sala de cine con mini butacas, y hasta una pasarela de modas con una tarima para que las niñas desfilen probándose divertidos sombreros y pelucas. A partir de los cuatro años los niños pueden permanecer solos, pero si los padres no se sienten tranquilos, se les ofrece una radio walkie talkie para estar en permanente contacto.
Para los amantes del deporte las opciones son variadas. Los huéspedes del Moon Palace pueden hacer un sencillo curso de 20 minutos y salir a navegar, de forma gratuita, en un hobie cat, un pequeño catamarán para un máximo de 3 personas. Un sueño hecho realidad: sentir la suave brisa caribeña en la mejilla mientras navegas en un pequeño velero, timoneado, nada más y nada menos, que por uno mismo.
El campo de golf, de la prestigiosa firma Jack Nicklaus, es la obsesión de los golfistas que se atreven a desafíos técnicos de intensa dificultad.
En cuanto a las habitaciones, todas disponen de jacuzzi en su interior, Wi-fi, room service 24 h, amenidades de la marca CHI y hasta planchita de pelo, una para las mujeres que deseen combatir la humedad.
Por la noche, la discoteca se prepara para albergar aquellos huéspedes con ánimo de bailar y tomar unos ricos tragos, sin embargo, para los que prefieren un plan más tranquilo, el hotel dispone de un bar inglés denominado «The Pub» donde tocan bandas en vivo cinco días a la semana y además se puede jugar al billar mientras se degusta una exquisita cerveza helada. Inigualable belleza del campo de golf Jack Nicklaus Extravagante spa ubicado en el club house del campo de golf.
Los huéspedes pueden visitar y hacer uso de otros hoteles de la cadena, de forma gratuita y sin previo aviso. De esta forma, pueden continuar disfrutando de su “all inclusive” en Cozumel Palace, Playacar Palace, Beach Palace, Isla Mujeres Palace y Sun Palace (éstos dos últimos solo para mayores de 18 años). Asimismo, Palace Resorts, le obsequia a los huéspedes un bono de regalo de 1.500 dólares el cual puede ser canjeado por diferentes actividades como por ejemplo tours a Chichen Itzá, Tulum, tratamientos en el spa, golf, y muchas otras actividades.
Para beneficiarse de tarifas más ventajosas, los pasajeros deben contactar con su agencia de viajes habitual.
En Moon Palace Golf & Spa Resort solo se corre un riesgo: querer volver pronto.
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FUENTE: Mariana Guerra – Palace Resorts & Le Blanc Spa Resort
