10 buenas razones para viajar a Tilcara (y querer regresar)

Para imaginarlo, la Quebrada de Humahuaca es una especie de gigantesca «grieta» en la tierra, un surco de origen tectónico modelado por miles de años por la lluvia y el río Grande. Pero también un valle impregnado de la sabiduría y el colorido de culturas ancestrales. Como si fuera la puerta de entrada a la Puna (el altiplano), la Quebrada de Humahuaca suma pueblos históticos con caseríos de adobe, vestigios precolombinos y paisajes maravillosos (de los que también vamos a hablar). Tilcara es precisamente el centro de la Quebrada, un punto ideal para salir explorar en todas direcciones además de una ciudad con historia y encanto.

Porque los paisajes de esa región te trasladarán a otro planeta.

Los paisajes de la Quebrada de Humahuaca y el entorno de Tilcara son únicos. Desde montañas de colores (de siete colores, coloradas, verdes), paisajes desérticos, salares donde todo se vuelve una planicie blanca. Todo el entorno de Tilcara es ideal para descubrir paisajes que hasta se vuelven irreales por momentos.

Porque se pueden programar excursiones a paisajes tan surrealistas como un desierto blanco (Salinas Grandes)

Imaginemos una planicie casi perfecta de color blanco rodeada de montañas. Así es Salinas Grandes, un sitio al que se puede llegar fácilmente desde Tilcara. Es uno de los rincones más visitados de la Puna de Atacama y está a 3450 msnm. Caminar por allí es otra forma de de sentirnos en «otro» planeta, o en un rincón surrealista donde capturar increíbles fotografías:

Por su gente

Los rasgos de la gente nos cuestan historias: de culturas milenaria. La amabilidad nos cuenta de seres apacibles, que viven en armonía con su tierra, que celebran la naturaleza y su generosidad. Es un rincón del planeta de importantes celebraciones, carnavales, de tributos, de costumbres que se cuentan por siglos. No sólo se viaja a Tilcara para conocer sus paisajes, sino también para conectar con otras formas de sentir la naturaleza, de apreciar el tiempo, hasta hacer de ésta parte del viaje una etapa especial.

Porque podrás viajar a otro tiempo

Paisajes que todavía no fueron alterados, restos arqueológicos como el Pucará de Tilcara. Desde Tilcara podremos explorar sitios como una fortaleza construida por culturas originarias en un punto estratégico en el paso de la Quebrada de Humahuaca. Fue una forma de resguardarse en lo alto de cerros difíciles de acceder. El Pucará es un ejemplo de como se vivía hace cientos de años, una porción tangible de la historia que viaja hasta el presente para sorprendernos.

Porque te sentirás un explorador (o volverás a sentirte como un niño)

Caminar entre los cerros, cabalgar entre gigantescos cardones, explorar en ciudadelas de culturas aborígenes antiguas. Por momentos, podremos sentirnos como exploradores en un mundo diferente, donde las montañas tienen formas únicas, y el aire puro se complementa con cielos diáfanos que invitan a conectar con la naturaleza. De repente, nos encontraremos jugando con el entorno como si volviéramos a ser niños:

Porque disfrutarás la inmensidad (y el silencio)

Y entre tanta aventura, habrá tiempo para encontrarnos solos, o con nosotros mismos, reflexionar, sentirnos insignificantes, y siempre disfrutar de la tranquilidad:

Por su gastronomía

Tilcara es un buen punto para indagar sobre la gastronomía regional. Es una tierra de sabores ancestrales, cultivos únicos, ingredientes procesados de modos impensados. Hay recetas que los pueblos originarios transmitieron de generación en generación (o de paladar en paladar). Hay restaurantes, cantinas, comedores rústicos y otros más sofisticados: en todos se pueden probar recetas a base de maíz, pimientos, la papa andina, y delicias como locro, tamales, humitas, chivitos asados.

Por sus artesanías

En tierras con tantas raíces, hay expresiones culturales y artísticas que perduran en formas de artesanías. Tejidos, cerámicas, telares, tapices, instrumentos musicales. En cada calle de Tilcara hay que caminar atento a no perderse nada para traernos de recuerdo.

Porque lo incorporarás a esos sitios a los que siempre se quiere volver.

Tilcara es como el corazón de la Quebrada de Humahuaca, y perdurará como un sitio al que siempre se quiere volver: por todo lo anterior, porque descubriremos otras de las facetas de Argentina, porque sobre todo, viviremos y sentiremos el lugar de un modo nuevo, nos impregnaremos de sus colores, de su luminosidad, de sus sabores y su gente.