24/08: Rosario celebra el cumpleaños de Olmedo
Creció en el barrio rosarino de Pichincha y se convirtió en uno de los más grandes humoristas argentinos. Con su estilo transgresor y su irrefrenable capacidad para improvisar, dejó una huella imborrable en el cine y la televisión nacional.
“El Negro” Olmedo nació el 24 de agosto de 1933 en lo que entonces era el humilde barrio Pichincha, donde vivió con su madre, Matilde, en la calle Tucumán 2765. Desde muy chico, además de concurrir a la Escuela Nº 78 Juan F. Seguí, trabajó en la verdulería y carnicería de José Becaccece, ubicada en Salta 3111.
Puede decirse que inició su carrera en 1947, cuando por intermedio de Salvador Chita Naón se integró a la claque del teatro La Comedia. Al año siguiente, con su amigo Osvaldo Martínez, se incorporó al Primer Conjunto de Gimnasia Plástica en el club Newells Old Boys. Por esa época también participó en una agrupación artística vocacional que funcionaba en el Centro Asturiano: La Troupe Juvenil Asturiana. En 1951, como parte de los números de La Troupe, formó (junto a Antonio Ruiz Viñas) el dúo Toño – Olmedo. Ya profesionales, la pareja actuó en varios espectáculos.
A fines de 1954 decidió viajar a Buenos Aires y rápidamente consiguió un puesto como “switcher master” (peón técnico) en Canal 7. Poco tiempo después, en una cena institucional, realizó una genial improvisación que llevó al interventor de la emisora a ofrecerle trabajo como actor. Así pasó por distintas presentaciones hasta que en 1960 logró su primer gran éxito: “El Capitán Piluso”. Era un personaje para niños que tenía como partenaire a “Coquito”, personificado por Humberto Ortiz, quién también escribía los guiones que daban coherencia al histrionismo desenfrenado de Olmedo.
Hacia 1964 inició su intervención en los grandes ciclos humorísticos televisivos de la época: “Operación Ja Já”, “El Botón”, “El Chupete”, “Olmedo 78”, “Olmedo 79” y, especialmente, “No Toca Botón”. A lo largo de estos ciclos -que se extendieron durante más de veinte años-, Olmedo creó personajes memorables: “Guapo Piolín y el Guapo Portones” (junto a Javier Portales), el “Yéneral González”, “El Mago Ucraniano, Rucucu”, “Lucy”, “El Nene”, “El Pitufo”, “El Psicoanalista”, “Chiquito Reyes”, “El Dictador de Costa Pobre”, el dúo “Borges y Álvarez” (con Javier Portales), “Rogelio Roldán”, “El Manosanta” y “El Mucamo Perkins”.
Olmedo se caracterizó por un humor para adultos, con doble sentido, y por llevar al máximo el arte de la improvisación. Fue un gran transgresor de los códigos televisivos: no seguía los libretos, en medio de sus actuaciones se iba detrás de cámara, pasaba “chivos” -publicidadesencubiertas- enlazando bromas con los guiones, etc.
En enero de 1988 falleció trágicamente, en Mar del Plata, poco después de estrenar la obra “Éramos tan pobres”. Hoy sus personajes siguen siendo recordados y han quedado en la historia de la televisión nacional.
FUENTE: ENTE TURÍSTICO ROSARIO