Eduardo Eurnekian fue el orador principal en la Business for Peace Foundation en Oslo
El jueves 15 de mayo, en la ciudad de Oslo, Eduardo Eurnekian fue el principal orador durante la ceremonia anual de entrega de premios de la Business For Peace Foundation
Con sede en Noruega, la BFPF cuenta con seis Premios Nobel (de la Paz y de Economía) en el comité que desde 2007 premia a aquellos empresarios que han hecho crecer sus empresas con iniciativas éticas y aportando beneficios a la sociedad.
Uno de los honrados con el premio BFPF en 2012 fue Eduardo Eurnekian, quien mereció el prestigioso galardón de ese año por su “fuerte compromiso con la paz y reconciliación entre Turquía y Armenia” y por “ayudar a la promoción de un empresariado con valores éticos desde la presidencia de la Fundación Raoul Wallenberg, como representante de Argentina ante la ICC (International Chamber of Commerce) y como miembro del grupo B20, que asesora al G20”.
En su discurso del jueves 15 de mayo, Eurnekian se refirió principalmente al concepto de ‘Bussinessworthy’, concepto que define la creación de valor económico pero que al mismo tiempo conlleve la creación de valores éticos en la sociedad. “No estamos aquí por mérito a nuestros éxitos empresariales”, dijo Eurnekian, “sino por el rol que nos toca en mejorar y propugnar cambios positivos que deriven en el bienestar social de nuestro planeta”.
El empresario, titular de Corporación América, hizo referencia al legado moral de sus padres, que emigraron desde el Imperio Otomano hacia Buenos Aires en un período de conflictos violentos. “Ellos me inculcaron un profundo respeto y amor por Argentina, el país que les dio paz, trabajo y la oportunidad de progresar y educar a sus hijos”
“Me formé y eduqué como empresario siempre con gratitud hacia Argentina, en una época en que los inmigrantes de diversas religiones, razas e ideologías aprendieron a convivir en medio de respeto, paz y armonía”, agregó. “Por eso, siempre he creído que, con tiempo y esfuerzo, el cambio cultural es posible y también que los cambios son guiados por el ejemplo y no sólo por las palabras”, señaló.
Se refirió a una iniciativa que lo enorgullece, como es el Programa One Laptop Per Child que él apadrina, destinado a ayudar a salir de la incomunicación y aislamiento cultural a 40.000 niños en edad escolar de Nagorno Karabajh mediante la donación de igual número de computadoras personales.
Además, en su discurso, Eurnekian hizo hincapié en la profunda concientización social que tiene la juventud hoy en el mundo: “Ellos, los jóvenes, antes que focalizarse en el pasado, miran hacia el futuro y aunque son conscientes de atrocidades pretéritas, saben que la amargura no sirve para restañar heridas, ni tampoco contribuye a una justa y pacífica integración entre diferentes culturas”.
En los párrafos finales, agradeció la labor humanitaria del filántropo noruego Fridtjof Nansen, que salvó de la muerte a miles de armenios desplazados y perseguidos, ayudándolos a escapar. “Mis padres nunca hubieran arribado a Argentina de no ser por el famoso “pasaporte Nansen””, dijo. “Nansen, al igual que Raoul Wallenberg –uno de los salvadores durante el Holocausto judío- fueron hombres de una clase privilegiada que se negaron a ser atrapados por las circunstancias y buscaron trascender las expectativas puestas sobre ellos”.
“En definitiva”, concluyó, “la paz es la combinación proactiva entre justicia y solidaridad y no se materializa porque sí: hay que construirla y ¡defenderla!”.
FUENTE: EDUARDO EURNEKIAN.COM
