Curanto en Colonia Suiza Puro Placer

CURANTOEn Bariloche, algunas cosas se disfrutan a partir del viaje que uno debe hacer para vivirlas. Ir a Colonia Suiza a comer curanto, es un viaje mágico. Avenida Bustillo bordeando el lago, para entrar a Circuito Chico. Pasar el Puente del Moreno y donde están los carteles, doblar a la izquierda. También hay otra entrada maravillosa, para la que se debe seguir, pasar Punto Panorámico, y luego doblar a la izquierda. Por este segundo ingreso, se bordea el Cerro Lopez, se pasa por el Canopy y se llega a la Colonia. Entrar a Colonia Suiza es un viaje emotivo en el tiempo. El lugar es patrimonio histórico de Bariloche y guarda sorpresas: antiguos edificios que eran el corazón de la actividad agrícola de la zona; una pequeña capilla de cuentos; la escuela, fábricas de cerveza artesanal, la feria, la casa de los colonos…. Es viajar en el tiempo al lugar donde uno siempre soñó. Para disfrutar del curanto hay que averiguar que días se realiza. En verano miércoles, viernes, sábado y domingo. Hay muchos lugares tradicionales y los nombres y apellidos de los «curanteros» son la historia misma de la Colonia. No hay que perderse las distintas etapas de la preparación ya que siempre son explicadas e incluyen algún espectáculo.

La preparación básica consiste en cocinar los alimentos bajo tierra, en un hoyo que ha sido previamente calentado, en el que coloca la comida y se la tapa con hojas, lonas y tierra. Todo es un show que culmina en el paladar. No hay definición para explicar como queda la comida. Porque las carnes salen tan a punto y sabrosas. Las verduras a punto, con una cocción exacta. Algunas especialidades como la calabaza rellena con arvejas y queso, manzanas y peras, pollo, chorizos y carnes. Todo puede acompañarse con bebidas artesanales (únicas también por si quedan dudas) y de postre tartas y tortas caseras. Para disfrutar del Curanto hay que llegar a la Colonia antes de las 11 de la mañana.

Vale la pena recorrer siempre la Feria Artesanal. Antes de comer se pueden probar las tortas fritas rellenas, y el vino montañés, un néctar dulce cuyo secreto de elaboración jamás será revelado. Y también después de comer para probar un poco de tarta de frambuesas.

El curanto del gringo Nielsen se encuentra en el corazón mismo de la Escuela. Allí después de la ceremonia de calentamiento de las piedras, de preparar la comida y el show final del «destapado» se puede hablar un rato con el «Gringo» y su familia. Todo esta preparado y lo único que resta es disfrutar de la comida. Durante el almuerzo habrá música y el «Gringo» recibirá los aplausos.

Otro de los curantos esta en la entrada y es el de Victor Goye. Allí también se disfruta del show de la preparación, hay música, y mientras se prepara hay tiempo de caminar por la colonia. No deje de hablar con quienes trabajan en el lugar. Son verdaderos anfitriones del lugar y su historia.

Colonia Suiza es un espacio con tiempo propio. Es imposible no irse de Bariloche sin pasar por la Colonia a disfrutar del Curanto. Ir temprano, relajados, caminar, hablar con los vecinos y llenarse el alma de aire y recuerdos puros.

FUENTE: EMPROTUR Bariloche

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