Amenazas: Avanza la muralla verde

“Antes en las colonias Caimán, Montaña y Capilla había esteros y pozos de balde que nunca se secaban, hoy hay una sequía total, se secaron lagunas, arroyos. Hasta el pozo de agua de la escuelita de Capilla que no bajaba ni con la peor sequía, hoy está seco. Estamos sufriendo un impacto muy fuerte al estar rodeados de forestaciones”. Este testimonio de un poblador de la localidad de San Miguel, Corrientes, se escucha en cada rincón donde predominan las plantaciones forestales.

Es que, como describen informes anteriores de este boletín, plantar árboles no siempre es bueno, y la industria forestal no crea bosques, sino que hace cultivos de árboles de rápido crecimiento para luego talarlos en el menor tiempo posible y obtener ganancias. Para que este negocio sea rentable necesitan plantar grandes superficies en forma de monocultivos, generalmente exóticos. Esta madera la obtienen arrasando con las diversas especies vegetales y animales locales, empobreciendo los suelos, expulsando comunidades rurales y disminuyendo la disponibilidad de agua y su calidad.

El incremento del uso de agroquímicos dentro de las forestaciones es otro problema no menor tanto para los pobladores como para el ambiente: “Están usando glifosato para limpiar debajo de las plantaciones—forestales— y a las personas que viven cerca les arden los ojos,  la nariz y la garganta. Están echando agroquímicos a pocos metros de las viviendas de la gente y el viento norte ayuda a propagarlo”, relata otro poblador.

Más plantaciones, menos pastizales

De las 1,2 millones de hectáreas forestadas que posee la Argentina, el 85% se concentra en la Mesopotamia, siendo la provincia de Corrientes la que posee mayor cantidad, le sigue muy cerca Misiones y luego Entre Ríos. Hoy Corrientes posee alrededor de 450 mil hectáreas forestadas, es decir, un 37,5% de la superficie forestada en el país. De esa cantidad, un 70% es de pinos, un 29% de eucaliptos y 1% de otras especies. La expansión forestal anual en Corrientes pasó de 4 mil hectáreas en 1992 a 30 mil en 2011. Para el año 2020 estiman alcanzar 750 mil hectáreas forestadas. Respecto a los departamentos con más superficie forestada se destacan al noreste SantoTomé e Ituzaingó con el 54%, al sureste Paso de los Libres y Monte Caseros con el 16.50%, en el centro-norte Concepción, San Miguel y Saladas con el 15.30%, y al suroeste Goya y Esquina con el 3.10%.

Hay que destacar que de las 450.000 hectáreas forestadas en la provincia, más de 190.000 se encuentran sobre los pastizales de la cuenca del río Aguapey, los Esteros del Iberá y su continuación hacia el Parque Nacional Mburucuyá. Por lo tanto, se están perdiendo los servicios ambientales que nos ofrecen como son el resguardo de una gran diversidad de especies de aves y mamíferos, la protección de los suelos y acumulación de carbono en ellos, el mantenimiento del balance hídrico y la calidad del agua.
Supuesta energía limpia

Actualmente, desde la Subsecretaría de Industria y Promoción de Inversiones de la provincia de Corrientes, se encuentran trabajando en proyectos de generación de energía a partir de biomasa que se esmeran en destacar como limpia.

La generación de energía con residuos forestales de ninguna manera puede llamarse limpia ya que utiliza el descarte—como el aserrín—de una producción que depende del petróleo y sus derivados, ya sea por el uso de maquinaria como de agroquímicos, necesarios para realizar los monocultivos forestales. Además, preocupa la posible promoción del uso de tierra para cultivos con la exclusiva finalidad de generar energía: “La provincia cuenta con ventajas de vital importancia que le permiten el desarrollar diversos cultivos energéticos”, expresó Francisco Torres Cayman, jefe de Área de Parques Industriales  y Bioenergía de la Subsecretaría provincial.

Es importante alertar sobre esta situación ya que una vez que inviertan grandes cantidades de dinero en la instalación de plantas generadoras de energía a través de biomasa, tendrán que sostener tal apuesta con un abastecimiento continuo que sólo lograrán aumentando la superficie forestada, incluyendo las plantaciones “energéticas”, ya que no alcanzarán los residuos de las forestaciones que cultivan con otros fines.

Impactos ecológicos de las plantaciones forestales
• Empobrecen el paisaje en su conjunto.
• Eliminan pastizales naturales y extinguen la fauna que los habita.
• Contribuyen a la propagación de otras especies que encuentran allí su alimento transformándose en plagas.
• Promueven el uso de agroquímicos.
• El suelo pierde nutrientes y disminuye su fertilidad. Se acidifica especialmente por los efectos de las plantaciones de pinos.
• Los cambios que producen en el suelo impiden el desarrollo de los microorganismos que intervienen en la descomposición de la materia orgánica.
• Las raíces de los pinos y eucaliptos, mucho más profundas que las plantas de pastizales, absorben y depositan nutrientes en el suelo que nunca existieron allí. Estos pueden ser tóxicos para la micro fauna, la flora e incluso pueden afectar la calidad del agua.
• Consumen grandes cantidades de agua.
• Afectan el balance hídrico.

Impactos sociales y económicos
• Fomentan la concentración de tierras y promueven el aumento de su precio.
• Aíslan y expulsan a las comunidades rurales por el constante tránsito de camiones cargados de rollizos que deterioran los caminos a las colonias. Además, al ser acorralados por las forestaciones de las empresas, muchos pobladores terminan vendiéndoles sus tierras y emigrando a zonas urbanas empobrecidas
• Bajan el nivel de agua de los pozos de los pobladores.
• Afectan la producción de alimentos al disminuir la fertilidad de los suelos.
• Aumentan la probabilidad de incendios.
• Generan escasa cantidad de empleo.
• Reemplazan la cultura local gauchesca y sus tradiciones por las costumbres de administradores, técnicos e ingenieros de la industria forestal.
• Afectan los ambientes naturales y los campos que tienen otros cultivos o ganadería por la propagación espontánea e incontrolada de los pinos. Los eucaliptos tienen sucesivos rebrotes.
* María Inés Aiuto, periodista especializada en medio ambiente y sociedad, coordinadora de la campaña Paren con las Plantaciones Forestales del Grupo de Reflexión Rural.

FUENTE: Proyecto Iberá, Boletín de los Esteros Nº 14

Un comentario sobre “Amenazas: Avanza la muralla verde

  • el 7 enero, 2013 a las 6:22 PM
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    Muy interesante la nota. Gracias por publicar este tipo de información! Martina C.

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