Bellezas de un camino natural en San Martín de los Andes

El sendero El Escorial, en el Parque Nacional Lanín, recorre un bellísimo sector cercano al lago Huechulafquen, presentando cambiantes paisajes, todos de espectacular hermosura

En la zona norte del Parque Nacional Lanín, el sendero interpretativo El Escorial invita a descubrir paisajes llenos de contrastes entre la rugosa aridez de lavas antiquísimas y los azules profundos de lagos gemelos.

El Parque Nacional Lanín evoca desde su nombre la riqueza del paisaje, la belleza de lo natural, y por sobre todas las cosas, la posibilidad de dejarse envolver por sus bosques, lagos y montañas, todo dominado por el imponente volcán de cumbre siempre nevadas que da nombre al área protegida.

Existen cientos de posibilidades para disfrutar del entorno, razón por la cual es necesario elegir, cada vez, qué rincón de esta vasta región se prefiere visitar.

Y allí aparece, en los primeros puestos de una lista imaginaria, el Sendero del Escorial.

No es una caminata difícil e insume cerca de dos horas. Accesible como es, permite descubrir la particular conformación que nace de antiquísimos eventos volcánicos.

El sendero

El Escorial es un terreno pedregoso, decorado con árboles que se han abierto paso entre la roca para mirar el cielo desde sus escasos metros de altura. Se trata de las mismas especies que en los bosques pueden alcanzar los 20 ó 30 metros del suelo a la copa. Aquí parecen bonsáis colocados por la mano del paisajista.

Para acceder al sendero se transita por la ruta 62. Partiendo de Junín de los Andes se llega hasta el kilómetro 61, donde cruza el escorial del Achen Ñiyeu. Allí, hay un cartel que indica el inicio de la excursión.

En todo el recorrido hay 8 carteles interpretativos, colocados por un grupo de alumnos de un colegio secundario cercano junto a los trabajadores del parque, como parte de un proyecto educativo.

Hay otro letrero en la misma ruta, antes del ya mencionado, que dice: Sendero Epulafquen. Es la misma excursión, pero comenzando en este sitio se evita el tramo que recorre el Escorial.

Desde el cartel que está sobre la ruta se accede a una huella consolidada que va por encima del escorial.

Además de los árboles enanos llaman la atención la cantidad de lagartijas que pululan sobre la piedra cuando el sol les brinda su calor.

Luego del Escorial la senda tuerce hacia la derecha e ingresa en el bosque hasta llegar al lago Epulafquen.

Para continuar hacia la angostura hay que cruzar el arroyo Escorial poco antes de bajar al lago. Este desvío no está señalizado, pero es sencillo descubrir por dónde continúa la senda.

Bosque

El bosque en esta zona se torna más denso y más variado a cada paso: raulíes, coihues, maitenes y extensiones de caña colihue invitan caminar en paz bajo su sombra. Aquí y allá se notan los rastros de animales. Los más evidentes pertenecen a los jabalíes que revuelven el suelo escarbando con pezuñas y hocico por igual.

La salida puede continuar bordeando el lago Epulafquen hasta llegar a una bellísima pampa donde se encuentro la seccional homónima, la más antigua del Parque Nacional Lanín.

La postal de dos lagos que son casi uno desde aquí es inmejorable. A partir de este punto apenas queda media hora hasta llegar a la angostura que une al Epulafquen con el Huechulafquen.

Varias picadas bajan a la angostura, donde hay una pequeña playa de piedras.

Lugar ideal para sentarse a descansar, contemplar y recuperar el impulso para volver al inicio de la senda con los ojos llenos de postales.

FUENTE: Secretaría de Turismo y Desarrollo Económico de San Martín de los Andes

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Portal DT, Portal de Turismo, Turismo en Argentina, Turismo Mundial, Viajes, Vacaciones, Noticias, Novedades, Placer

Otros Sitios

www.hockeynews.com.ar